Muchos recuerdos de nuestra infancia y de nuestra juventud están unidos a la televisión, sin duda, y es que hay actuaciones tan impactantes que son imposibles de olvidar: una de ellas es la mítica aparición de Mónica Naranjo en Sorpresa Sorpresa ¿la recordáis?, y otra inolvidable para todos los que la vimos fue la de Gloria Trevi en el 123. Se que ahora os estaréis imaginando un viernes por la noche en los ochenta o noventa tumbaditos en el sofá junto a vuestra madre viendo el 123, esa sonrisa que se os ha escapado pillines. Mi casa no era diferente de la del resto de españoles y los viernes por la noche se repetía el mismo ritual semana tras semana. Como decía, en una ocasión apareció la Trevi cantando y dando saltos, esa mujer era un huracán sobre el escenario y nos dejó a todos con la boca abierta. En España nunca triunfó pero si en Latinoamérica. Luego vinieron los escándalos, la acusaron de cómplice del marido en un caso de corrupción de menores, la metieron unos cuantos años en la cárcel, allí se quedó preñada de un guardia de seguridad ... en definitiva una vida tan corriente como la mía. Ahora, una vez libre, la Trevi ha vuelto a la música con una canción que está arrasando por toda sudamérica y que se ha convertido en todo un himno gay, lo curioso es que a pesar de los años transcurridos, el otro día vi una actuación suya y me quedé tan pasmado como tiempo atrás. Que se preparen Paulina Rubio, Thalía y demás porque ha renacido cual ave fénix la reina latina.
jueves, 22 de marzo de 2007
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