Erase una vez un niño llamado Jose cuya mejor compañía no era un amigo imaginario sino un oso de trapo, nunca le puso un nombre y el porqué no viene al caso, lo que si te puedo decir es que ese trozo de tela significaba mucho para él. Ya por esa época había peluches preciosos pero Jose quería mucho a su pequeño compañero de color rojo, con dos especies de botones cosidos que simulaban ser sus ojos: dormía, jugaba, reía con él e incluso cuando lloraba lo hacía sobre él ... a veces tanto que podría haberlo escurrido. Juntos vieron pasar las semanas desde su habitación:
transcurrían frías mañanas de invierno en las que se asomaban por la ventana y un manto blanco cubría la ciudad mientras seguían cayendo los copos. Un día, recién levantado, Jose vio a su osito tirado por el suelo y con mucha pena descubrió que uno de sus ojos estaba aplastado, arrugado ... se había quedado prácticamente tuerto porque su madre sin querer lo había pisado con su tacón. Lloró y lloró abrazado a su trozo de trapo, su madre le propuso tirarlo y regalarle el peluche más bonito del mundo pero él no quería, por tener un defecto no se merecía ese final, Jose pensó que él también tenía la nariz grande y una oreja despegada y no por eso debía de terminar en el cubo de la basura. El pequeño oso y él pasaron todo el día juntos sentados sobre la alfombra, merendaron un bocadillo de Nocilla mientras veían su serie favorita de dibujos animados, Jacky y Nuca, y la tristeza finalmente se disipó. Jose nunca permitió que nadie se deshiciese de su amigo, es cierto que cuando creció lo dejó en un cajón pero nunca lo llegó a abandonar, porque aunque pasase tiempo sin verle, sabía que se encontraba bien descansando junto a otros recuerdos.
2 comentarios:
..que curioso , yo de pequeña tambien tuve un oso como peluche favorito. Su nombre era Cati y me la regalaron a los 8 o 9 años los reyes ( que yo ya sabia que eran mis padres, por que mi madre se encargo de que nunca fueramos tantontas como para creernos ese cuento chino, cito palabras textuales.)Fue resultado de un cambio ya que a mi hermana y a mi nos regalaban los mismos juguetes, pero mi perrita y sus cachorros no funcionaban y fueron cambiados por la osa Cati. Negra y de largas patas, hecha para estar tumbada, fue heredada por mi hermano pequeño ( 10 años menor)
Que bonitos recuerdos.
Besos Vanira
Yo la verdad es que de pequeñ@ no tuve ningún osito ni nada por el estilo. Sinceramente no recuerdo mucho. Éste artículo me ha emocionado mucho aún a pesar de no conocer esos dibujos animados de los que hablas.
Un saludo
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